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Es inevitable, tenemos que esperar. Más que por un capricho de Cronos, obedece al orden universal de las cosas. Todo a su tiempo, los procesos tardan, las mejores cosas maduran lentamente, aun las que encuentran su culmen en un brevísimo instante de apoteosis. La esperada sabiduría se forja con esperas, aprendiendo a darle tiempo al tiempo, con el esfuerzo de la paciencia.
Esperar aun cuando no sabemos qué esperar, o por qué...
Y esperar siempre en Dios: virtud de santos.
Hoy también espero.
Y con todas mis fuerzas abrazo la oración y la esperanza:
En pocas horas vendrá el nacimiento de mi segunda hija...