miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nuestro Juan Diego

Nuestro Juan Diego, águila de Dios que hablas con los Cielos,
chichimeca que cumples humilde y calladamente labores de siervo,
has levantado tu raza de roja arcilla, viva e inigualable estrella,
has devorado a la serpiente fatal con el favor de la Reina universal.

Tuyo Juan Diego, el amor esperanzado de la Anáhuac, de toda América,
Jade divino, muestra el sendero de las flores prometidas del Tepeyac,
asiste nuestro combate contra la soberbia y su rebeldía cruel y vana,
a la Reina de Guadalupe no dejes de pedir su intercesión por México.