lunes, 25 de febrero de 2008

Una experiencia que invita a la conversión

En un día de accidentes, una carretera, dos autos que juegan con su vida por velocidad, varios litros de diesel sobre el asfalto en una curva difícil, totalmente inesperada: el suelo parece moverse, las llantas ya no obedecen, todo es tan rápido que hay poco tiempo para reaccionar, aun con buenos reflejos, aun con larga experiencia en el volante. Con su rosario la Virgen compasiva interviene: no hay heridos, tan sólo autos que han salido de la línea. Lo que queda es una fe más firme: ama más quien más siente el perdón. Una experiencia que invita a la conversión.