Contemplar, recorrer, micra a micra, la belleza del mundo milimétrico, que en todo momento ofrece su enormidad cósmica para cualquiera que sea lo suficientemente minucioso.
Descubrir territorios insólitos, ocultos tras el velo de su pequeñez. Explorar y admirarse de la belleza del microcosmos presente.
jueves, 6 de mayo de 2010
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