domingo, 28 de febrero de 2010

Gracias a Dios

No puedo dejar de agradecerte, Señor, que me hayas concedido ser padre, amo profundamente a mi familia; vivo eternamente agradecido, todo mi ser, todas las cosas, todo ha sido un don tuyo.

Tuyos desde nuestra concepción, en Ti vivimos: nadie ni nada escapa al dominio absoluto del Creador.

sábado, 27 de febrero de 2010

Mirar los cielos

Me dijo, no sin cierto orgullo y aun con un dejo de misantropía, que la gente casi no alza la vista al cielo, que muchos son los que no se detienen en la contemplación de esa obra suprema del arte natural. "Deberían mirar a los cerdos: siempre atentos al suelo y el lodo". Ahora puedo ver hasta que punto tenía razón, pues el ser humano, el ser contemplativo (anthropos: es decir, anathrei opopen) por excelencia, debe estar a la altura de su dignidad de persona: en cada momento está llamado a trascender, a superar la inmediatez del animal, a levantar la mirada y vislumbrar el horizonte de la eternidad.

Celestial

viernes, 26 de febrero de 2010

Tráfico expiatorio

El tráfico de todos los días, otra vez henchido a la hora acostumbrada, la situación empeora por el estrés, las prisas y el calor de un sol inclemente. Los autos se detienen pero siguen encendidos, como bestias acorraladas mugiendo, mientras muchos conductores se desesperan y hasta riñen, contra su prójimo o contra el asfalto quemante del mediodía. Hasta los reflejos del sol en las partes cromadas o en las ventanas de los automóviles lastiman tanto como el ruido exterior de esa jauría de cláxones chillando, mientras aún rugen los motores, amén del alboroto corriente y la agitación propia de la urbe. Demasiada información. Volumen histérico y desapacible de un estruendo informático. Rechinidos, alarmas o sirenas, de pronto humos y vapores desagradables y hasta insalubres, carteles nuevos o deshechos, espectaculares, camisetas impresas, letreros y anuncios en autos o autobuses, en los postes o puentes peatonales, donde sea, lo mismo que las pintas de aerosol, y gritan igual tags o grafitis: todo aquí contribuye al estrépito que martiriza obstinada y cotidianamente a los ciudadanos que sólo buscan transitar con tranquilidad.

Después de años de esta tortura de baja intensidad, algunos aprenden a enfrentar cada vez mejor la situación, con más paciencia y por supuesto, abnegación: monjes contemplativos al volante, que aceptan la realidad y superan la saturación exterior con el oasis pacífico de sus interiores afinados por la virtud.

domingo, 21 de febrero de 2010

La esperanza alumbra el camino

La esperanza alumbra el camino como la luna llena lo hace de noche. Entonces hasta se esclarece el sentido de la fatiga de nuestro andar cotidiano. Entonces se enfrenta la senda desconocida con la misma ingenuidad de un niño, que no logra aún percibir todos los peligros que acechan a su alrededor, de otro modo, quien sabe si no faltaría el valor y el entusiasmo. Con la pura confianza del inocente que va de la mano de su padre, así se camina cuando ilumina el paisaje la esperanza, con paso constante y firme, aunque falten horas y horas todavía, por mucho que debamos andar.

viernes, 19 de febrero de 2010

Reflexión sobre el espejo

...Y pensar que hay gente que puede llegar a perderse en un espejo.

El espejo: símbolo de la autoconciencia y de todo acto reflexivo.

Mirarse en su naturaleza diáfana, reconocer las faltas para alcanzar reconciliación y conversión.

El espejo refleja la grandeza y la pequeñez de quien lo mira. Sólo simula una suerte de universo paralelo copiando exactamente el nuestro.

Alguna vez soñé con un espejo inmenso, frente a mí como una pared de agua que reflejaba el cosmos todo. De esos pocos sueños...

martes, 16 de febrero de 2010

Explorador

Era un explorador experimentado y talentoso, había conquistado antes que nadie varias cimas del mundo, un glaciar en Chile llevaba su nombre, lo mismo que una fundación para la protección del Serengueti. Dejó una larga literatura científica en sus años más fértiles. Dirigió numerosas expediciones científicas al Ártico. Además, fundó una estación de investigación geológica en Helsinky.

Así que decidió explorar seriamente el mundo de los sueños. Con toda la fuerza de su voluntad, con un riguroso método y aprovechando al máximo su larga experiencia en la exploración, así como en el arte y la ciencia de la cartografía, se propuso indagar hasta el más recóndito misterio de los sueños. Se dedicó pues, a elaborar todo tipo de mapas, artículos, instrumentos de medición, bitácoras y expediciones planeadas a detalle. Se sumergió en su nueva investigación por completo. Pensó haber descubierto profundidades ocultas de la vida humana, se identificó plenamente con cada persona, y en sus tratados llegó a la osadía de describir minuciosamente la ubicación de una fuente soñada, aun con coordenadas y mapas hipersofisticados.

Algunos creyeron que se había vuelto loco, pero lo cierto es que abandonó por completo la vida secular en un monasterio de España. También se sabe que los últimos días de su vida los pasó en Nuria, anciano pero activo, vio cómo se debilitaba su salud por un invierno atroz, además de la dureza de su ascetismo habitual (solía soportar las más bajas temperaturas sin colchas ni edredones, sin suéteres ni nada): así que descansó en esas tierras de San Gil.


Faro

lunes, 15 de febrero de 2010

Frases sueltas

Recordaba nítida y claramente su primer invierno.

Alegría emana de las cuerdas virtuosas.

El orden interior de los actores no altera la obra, sino que la recrea fielmente.

Era la música. La música era el viaje mismo.

El desorden interior, ¿qué no arruina? (o ¿qué cosa no arruina?).

Había mariposas hermosas y sublimes. Había mariposas con vocación de vanidad, vestigios vacíos como la piel que tira la serpiente.

Decía recordar los primeros días de su primer invierno: parecía inverosímil, pero la dicha de su rostro evocando esos días resultaba un argumento incontestable.

La música y su más allá.

Siglo de comunicaciones.

Encuentro y virtualidad. Vías digitales y caminos electrónicos.

Lleno de vida el más allá. Incluso más que acá.

No es posible dejar de aprender. Gracias a la plenitud insondable de Dios que siempre tendrá para ti un nuevo don.

Casa Batlló

domingo, 14 de febrero de 2010

Domingo de San Valentín

Venció la soledad y la cerrazón.
Entregó generoso su tiempo, y sin darse cuenta, hasta su corazón.
Con esfuerzo limpió las heridas y sostuvo la debilidad ajena.
Se tragó sus penas para regalar la alegría a los entristecidos.

Quería ser agradecido con quien lo había redimido, imitándolo.
Quería poder amar más, así que se encomendaba al Amor y Redentor.

viernes, 12 de febrero de 2010

Fumando espero

porque flotando el humo
tras los cristales
de alegres ventanales
mi vida no consumo

sintiendo ese calor
la llama ardiente...
por eso estando mi bien
es mi fumar un Edén

domingo, 7 de febrero de 2010

Investigaciones

Un dolor que se resiste a ser, a ser asido por la palabra
¿qué es? es incierto y resbaladizo, fugitivo, clandestino,
líquido o plasma, pathos subrepticio que se arremolina,
¿resistencia física o espiritual? ¿psicoanálisis o exorcística?
¿cuál es la naturaleza de esos influjos ajenos...?

Consuelos en el destierro

Suficientes consuelos hallamos en este destierro.
Tiendes tu mano, Señor: tu más allá no está tan lejos...

sábado, 6 de febrero de 2010

Concierto para violín y orquesta

Brahms, el director de orquesta, aparece abriendo ante sí un oleaje de aplausos. Apenas han iniciado los violines y, sin demora, la música busca con vehemencia y agitación raptar ya nuestras conciencias, llevarnos ya a su mundo armónico: anuncio y, exquisito, hasta adelanto del más allá. Los instrumentos musicales entonces revelan su verdad: alzan la voz y más son amados. De súbito, se levanta colosal, con autoridad y garbo, un solo de violín que inunda el horizonte. Ahora no queda duda que el violinista algo tiene de sacerdotal, sólo sabemos que Dios ha puesto en sus manos un espléndido misterio, que guarda y revela sólo cierta música inspirada.

El violín principal, a cargo de Joseph Joachim, es entonces envuelto de nuevo por la orquesta, y ahora todos, han creado juntos un coro magnificente y noble, imagen del orden cósmico, o reflejo de la sacra perfección de una esfera más alta. Es la música un heraldo de la eternidad. El autor y director, el violinista, la orquesta, el público: la música ha vivificado y unido las almas, las cosas ahora se ven mucho mejor, el concierto ha quedado inscrito en el firmamento.

martes, 2 de febrero de 2010

Don Josefo

Prendió una luz, reunió a su familia, rezó.
Se había propuesto levantar su hogar en la más firme roca.
No dejaría de velar por el bien de los suyos,
a quienes amaba hasta la abnegación y la renuncia.

Nieves en el trópico

Para los que hemos sido criados en tierras tropicales, la nieve puede ser concebida como algo sublime.

Me consta que en el trópico también se han levantado templos a Santa María de las Nieves, aquí también ha de realizarse el milagro de agosto...

Santa María de las Nieves
Templo de N. Sra. de las Nieves
en la Ciudad de Oaxaca, Oax., México.

lunes, 1 de febrero de 2010

El tesoro y el bibliotecario

i

Amaba el silencio habitual de su pequeña Alejandría, que vivía como un sentido himno al pensamiento. Por eso se fascinaba observando cómo en silencio la gente leía, sabiendo que en sus interiores bullían batallas, milagros y todo tipo de pasiones.

Era su obligación acomodar los libros según unas cuantas categorías básicas: religión, filosofía, literatura, arte, ciencias humanas, ciencias naturales, otros. Después de dudar, colocó ¿Qué es el budismo? de Borges en los libros del segundo estante. Encontró lugar para poner La imagen de la naturaleza en la física actual cerca de La vida misma. Hojeando Vanina Vanini se entretuvo un rato, pero se perdió durante horas en los poemas de Holderlin. A pesar de las exigencias de su trabajo -y de las quejas del supervisor-, en alguna jornada no pudo continuar hasta que terminó La Tempestad (un furor parecido lo envolvió en otra ocasión hasta que cerró Las flores del Mal). Se inspiró leyendo las vidas gloriosas que narra Vasari, así que tomó otras biografías: las de Suetonio, una sobre José de San Martín, la trilogía de Vasconcelos y remató con las Memorias del Oratorio.

Cuando se preocupaba por concentrarse más en su trabajo, evitaba distraerse más que con libros de ilustraciones: de cualquier manera se detuvo horas en ese catálogo de setas, en mapamundis, en libros de tipografía, aeronáutica, filatelia, numismática, o historia del arte. Cuando creía tener más tiempo, sí que se aventuraba a sumergirse en libros literarios o filosóficos. Con avidez recorrió las Vidas de Diógenes Laercio y las obras de teatro de Sartre. Pasó temporadas explorando detenidamente los escritos de Edith Stein. Otras tantas los de Séneca. Otro día, después de empaparse de Bergson, trató de leer a Hegel pero no logró atraer su atención. En cambio, Yo y Tú de Buber lo cautivó: le sugería una revelación filosófica, mística, que aún no llegaba a entender. Del mismo modo, le parecía superior la poesía del Siglo de Oro español. Y fue hasta aquel día, un miércoles festivo, cuando sintió que su alma había cambiado después de leer tres textos celestiales: Las Moradas, las Fioretti y el Cántico espiritual.

Después de algunos años en el mismo trabajo, ya había visto tantas portadas y anteportadas, viejas y modernas, tantas reseñas, fotos, diseños de lomos, solapas y frontispicios, retratos de los autores, ilustraciones, letras y capitulares, ...que ahora casi podía mirar frente a él en un simposio, las figuras de Cervantes, Platón, Chesterton, Azorín, Tagore, Kafka, Husserl, Tomás de Aquino, Moliére, Gandhi, Newton, Schopenhauer, Ibn Arabi, Lamarck, Freud, Kiekergaard, Maimónides, Luther King, Paz, Eliot, Lao Tsé y tantos más... Y absorto frente a los libreros, soñaba con la Atenas clásica, o con Glastonbury, o con la Florencia de Dante y Miguel Ángel, sobrevolaba Troya lo mismo que Bizancio, se adentraba en la Mitla sombría, se estremecía frente al Deir de Petra, escalaba Machu Picchu, o bien, en éxtasis conquistaba las callejas de Jerusalén... Después de meses trabajando le había llegado la idea que repetía con entusiasmo a sus familiares y amigos: "es como si el mundo y la historia, bien cupieran en los metros cuadrados de una pequeña biblioteca".


ii

Fue el siete de octubre del año pasado, cuando en nuestra colonia y casi de inmediato en los medios nacionales, se difundió la inverosímil noticia de que "el joven acomodalibros" mientras trabajaba en la biblioteca de nuestro pequeño municipio, había hallado un tesoro magnífico. Nadie podía entenderlo, expertos ya habían verificado que las joyas y los doblones eran reales, de valor incalculable, pero cómo era posible, ¿qué hacía tanta riqueza olvidada y oculta entre los libros...?