sábado, 18 de octubre de 2008

El tiempo es oro...


¿Cómo es posible que nos abandonemos a la pereza cuando hay tantas cosas por hacer en esta vida breve? Cuántas posibilidades de crecimiento se ofrecen cada día, cuántas acciones creativas y edificantes cada hora, cuántas personas imploran la ayuda de personas diligentes, cuántas necesidades por atender en nuestra propia familia, cuántas ilusiones por regalar a nuestros amigos, cuánto bien hemos dejado pasar de largo mientras perdemos minutos aúreos entre las frivolidades de la molicie...