martes, 28 de julio de 2009
Sus manos
Vulnerado profundamente por la desesperación, soltó el timón y se abandonó por completo a Dios. Tanto tuvo que bajar y sufrir para finalmente darse cuenta que siempre había estado su vida en las manos del Señor.
Etiquetas:
abandono,
bajar,
confianza,
desesperación,
Dios,
En sus manos,
fe,
sufrir,
timón
lunes, 27 de julio de 2009
Miopía de las grandes urbes
Grandes edificios, torres y rascacielos saturan el panorama e impiden mirar cualquier vestigio de los cerros y montes aledaños, menos se ven sus árboles, el verdor o los dibujos de su vida natural.
De noche, mar de focos, ríos audaces de faros, todo un festín de neones y tungsteno: con egoísmo y soberbia sin disimulo la luz de la gran ciudad oculta la luz de las estrellas, menos se ven planetas o cometas en esa niebla opaca de luz artificial... Sí, las metrópolis de tan grandes nos encierran en los lindes asfixiantes de su urbanidad. Miopes ante el cosmos y demás esferas, reacias a la trascendencia del espíritu. Las magnas metrópolis como carceleros autistas encarcelados en sus propias jaulas de asfalto, cemento y electricidad.
No nos dejan ver cuántas cosas las grandes ciudades...
(Foto: Jason Combs)
De noche, mar de focos, ríos audaces de faros, todo un festín de neones y tungsteno: con egoísmo y soberbia sin disimulo la luz de la gran ciudad oculta la luz de las estrellas, menos se ven planetas o cometas en esa niebla opaca de luz artificial... Sí, las metrópolis de tan grandes nos encierran en los lindes asfixiantes de su urbanidad. Miopes ante el cosmos y demás esferas, reacias a la trascendencia del espíritu. Las magnas metrópolis como carceleros autistas encarcelados en sus propias jaulas de asfalto, cemento y electricidad.
No nos dejan ver cuántas cosas las grandes ciudades...
(Foto: Jason Combs)
Etiquetas:
ciudades,
metrópolis,
Miopía de las grandes urbes,
urbes
sábado, 25 de julio de 2009
Fraile
Es una persona admirable. Su heroísmo no es de este mundo, tampoco su alma. Ha aprendido a perdonar a tantos que lo han injuriado y odiado, lo sufre con una paciencia que es fácil confundir con otra cosa, por su carácter tan peculiar, por su escasez en estos lares, donde sólo se quiere vivir bajo el cobijo y la sombra del confort propio de la hipertecnología actual.
Camina entre rascacielos, sube por elevadores, cruza avenidas colosales entre bólidos magníficos, con la misma calma y desdén que cuando anda entre árboles y espinos en las más rústicas veredas. No le importa este mundo, todo su pensar se dirige cada vez más a Dios, contemplativo y calmado, manso y hasta torpe, pero en su simpleza sólo anhela cumplir el divino precepto. Sí, lo he visto enojarse, lo he visto fallar en alguna ocasión. Pero también he visto su profundo y sufrido arrepentimiento, he visto cómo ha renacido de las cenizas.
“Es un fraile”, le responde un hombre a su hijo, “un anacrónico” musita un transeúnte al pasar, “qué payaso”, piensa otro. Y es que aun viste la ropa del poverello de Asís y ese atuendo en esta ruidosa metrópoli "está completamente out". Qué más da, el muy inocente no sabe nada de ese smog que se arremolina sobre la gran ciudad.
Sublime o ridículo: es un ingenuo quijote, una oveja entre lobos. No olvida su sagrada misión y evangeliza en el metro o en el autobús, en la plazas o en los edificios, a cualquier hora del día.
Camina entre rascacielos, sube por elevadores, cruza avenidas colosales entre bólidos magníficos, con la misma calma y desdén que cuando anda entre árboles y espinos en las más rústicas veredas. No le importa este mundo, todo su pensar se dirige cada vez más a Dios, contemplativo y calmado, manso y hasta torpe, pero en su simpleza sólo anhela cumplir el divino precepto. Sí, lo he visto enojarse, lo he visto fallar en alguna ocasión. Pero también he visto su profundo y sufrido arrepentimiento, he visto cómo ha renacido de las cenizas.
“Es un fraile”, le responde un hombre a su hijo, “un anacrónico” musita un transeúnte al pasar, “qué payaso”, piensa otro. Y es que aun viste la ropa del poverello de Asís y ese atuendo en esta ruidosa metrópoli "está completamente out". Qué más da, el muy inocente no sabe nada de ese smog que se arremolina sobre la gran ciudad.
Sublime o ridículo: es un ingenuo quijote, una oveja entre lobos. No olvida su sagrada misión y evangeliza en el metro o en el autobús, en la plazas o en los edificios, a cualquier hora del día.
miércoles, 22 de julio de 2009
Cuando comencé a escribir
De niño hacía poemas de amor platónico -redundancias de Bécquer- o sátira en versos -ecos de Quevedo-, en la adolescencia hacía escritos crípticos y novelados -con una sartriana melancolía, con tintes de Zweig, Miller, Camus- pero comencé a escribir más conscientemente en ese verano de 1998, movido por el amor, el blanco de las hojas de papel, el entusiasmo por leer día y noche a Cioran y a Baudelaire, el calor de Puerto Escondido y el vigor de la juventud.
viernes, 17 de julio de 2009
lunes, 6 de julio de 2009
El neurótico
Tenía capacidad inusual para doparse con desesperanza y masoquismo emocional.
Perseguía fracasos, esperaba puñaladas traicioneras en la espalda, cultivaba abusos contra su dignidad, perdía el tiempo en vanos desaciertos...
Una sola manera de hacer las cosas, la suya.
Se aferraba tercamente al intento de atrapar nubes en su triste red de mariposas.
Escondía algún oscuro y tortuoso deseo... o eso parecía.
Los que no entraban en los estrechos límites de su foco de interés -los demás- para él eran un fastidio.
Inoportuno, fatigoso, no acababa de entender cómo él mismo iniciaba tantos de sus problemas.
Perseguía fracasos, esperaba puñaladas traicioneras en la espalda, cultivaba abusos contra su dignidad, perdía el tiempo en vanos desaciertos...
Una sola manera de hacer las cosas, la suya.
Se aferraba tercamente al intento de atrapar nubes en su triste red de mariposas.
Escondía algún oscuro y tortuoso deseo... o eso parecía.
Los que no entraban en los estrechos límites de su foco de interés -los demás- para él eran un fastidio.
Inoportuno, fatigoso, no acababa de entender cómo él mismo iniciaba tantos de sus problemas.
miércoles, 1 de julio de 2009
Yo quiero una cámara así
Después de mirar con atención las obras oníricas expuestas, entusiasmado y sincero, el pequeño niño dijo al fotógrafo: "¿Cómo puedes tomar fotografías de tus sueños, dónde compraste una cámara así?"
Etiquetas:
arte,
cámara,
cámara de sueños,
fotografía,
onírico,
sueño
Suscribirse a:
Entradas (Atom)