sábado, 27 de febrero de 2010

Mirar los cielos

Me dijo, no sin cierto orgullo y aun con un dejo de misantropía, que la gente casi no alza la vista al cielo, que muchos son los que no se detienen en la contemplación de esa obra suprema del arte natural. "Deberían mirar a los cerdos: siempre atentos al suelo y el lodo". Ahora puedo ver hasta que punto tenía razón, pues el ser humano, el ser contemplativo (anthropos: es decir, anathrei opopen) por excelencia, debe estar a la altura de su dignidad de persona: en cada momento está llamado a trascender, a superar la inmediatez del animal, a levantar la mirada y vislumbrar el horizonte de la eternidad.

Celestial