domingo, 29 de junio de 2008

Cerros azules

Otra vez en la panamericana, entre el verdor y el brillo de los reflejos solares, vislumbro el magnífico camino de cerros que dibuja paisajes admirables.

Detrás los cerros se vuelven azules hasta confundirse con el firmamento.

Mi pensamiento también recorre millas, en la carretera mis razonamientos se ordenan...

sábado, 28 de junio de 2008

Pablo de Tarso

Ha de ser un honor para San Pablo ser considerado por sus enemigos como el culpable de la existencia de la Iglesia católica. Y pensar que hasta se le ha echado la culpa del cristianismo todo. Así de grande fue su esfuerzo, y también su éxito: no ha cualquiera se le achaca haber inventado una religión milenaria.

Hoy inicia un año dedicado a San Pablo y, por lo tanto, es un tiempo idóneo para reflexionar sobre la comunicación, el periodismo y los nuevos medios; es tiempo también para atender la íntima unidad de la vida cristiana. En pocas palabras: comunicación y comunión.

Existencia independiente...

Maravilla la existencia independiente de la obra de arte respecto al autor, ya desde el momento de ser concebida, cómo cobra nuevos significados y se enriquece con cada nueva persona que se acerca a ella.

jueves, 26 de junio de 2008

Paternidad

¿Qué don más grande en esta vida puede recibir un ser humano que ser padre o madre?

¿Qué gozo mayor que la alegría de los hijos?

Tania y Fátima

sábado, 21 de junio de 2008

Crimen y castigo

¿Cómo explicar la grandeza narrativa de Crimen y castigo, cómo es posible semejante prodigio de las letras? Llena de vida y profundidad, como sus humanísimos personajes, la novela de Dostoievsky alcanza a expresar con claridad todo el dramatismo de la problemática inherente a la existencia humana.

Profunda psicología, lirismo bíblico, reflexión filosófica. Todo ello a través de la narración de un delito y su castigo correspondiente e inmediato en el alma del criminal que no halla reposo. Pues para Dostoievsky, hay un nexo inevitable entre crimen y enfermedad mental que se expresa a lo largo de toda la obra, pero que es tema también de uno de los célebres monólogos de Raskolnikov.


Родион Романович Расколников

martes, 17 de junio de 2008

Reencuentro literario


Hacía ya algún tiempo que no leía novelas. Me había dedicado a leer ensayos y artículos académicos, libros filosóficos o teológicos. Pero, aprovechando un estado de ánimo un tanto melancólico, y atraído en los últimos días con gran fuerza por el espíritu de Chesterton, me decidí a tomar y abrir La esfera y la cruz. Desde el primer capítulo atrapó mi curiosidad con ese comienzo tan original: tenía que conocer el final. Leí pues, el libro con rapidez y fruición.

Y mientras leía la novela, fascinado, había recordado mis años universitarios cuando literalmente me inundaba de literatura y poesía. Al cerrar La esfera y la cruz, pensé convencido que ya no podía ahora dejar de leer: había hallado hermosos parajes de otros tiempos que tenía ya olvidados. Recordé entonces los libros que habían quedado pendientes desde aquellos días en mi alma mater. Así me decidí por Werther. Pues bien, con todos los "defectos" que podrían los quisquillosos haber encontrado en La esfera y la cruz, sin duda es un libro que resulta mucho más agradable y provechoso que el irrespirable Werther. He leído un libro detrás de otro y el contraste ha sido más que notorio. Como oponer universalidad vs. individualismo; reflexión espiritual vs. catarsis egoísta; poiesis original vs. naturalismo...

La verdad es que esperaba mucho más de Werther. Recuerdo que hace ya unos nueve o diez años, una joven alemana me recomendó el libro de Goethe con un entusiasmo convincente. Quizá si lo hubiera leído entonces lo hubiera encontrado mejor.

Con todo, no se crea que pienso haber perdido el tiempo leyendo ese "clásico" alemán. Al contrario, pues refleja fielmente la fina inteligencia de Goethe, que siempre tiene algo que enseñarnos. El final es ciertamente impactante, aunque se anuncie desde varios capítulos atrás.

sábado, 14 de junio de 2008

La otra Penélope

Cada día se levantaba con la ilusión de encontrar, ahora sí, a la pareja de su vida, al complemento ideal que llenaría su vieja sed. No veía otra solución al problema de su existencia, no conocía otra búsqueda, no se comprometía con ningún otro asunto.

Le gustaba calmar su indigencia amorosa robando miradas en las calles. Caminaba con afectación mientras hacía brillar sus ojos en celo. Soñaba con el momento de ser raptada por la voz de su enamorado que, obviamente, reconocería de inmediato, y que, sorpresivamente, acabaría con la desilusión cotidiana. Imaginaba sus caricias ansiosas, la pasión de sus besos... pensaba que era posible saciar ese obseso deseo de sentirse deseada.

El psicoanalista le había diagnosticado, simplemente, "histeria". Pero ella sólo sabía que no reconocía aún a su bienamado Ulises en ninguna cara. Recostada sobre su cama, siente que la penumbra nocturna es su corazón. Se dibuja en su rostro, ya acostumbrado al desamor, una sola lágrima, pero su alma siente un diluvio universal. Otra vez dormirá decepcionada de sí misma, del destino, del amor, de todo. Otra vez destejerá otra bella ilusión tan afanosamente elaborada durante el día, mientras su corazón llora esa ausencia de cada noche, que no por conocida es menos dolorosa. Piensa otra vez que su vida ha sido un calvario de amor.

jueves, 5 de junio de 2008

¿En perseguirme mundo, qué interesas?

Es una invasión no tan silenciosa, pero ha pasado inadvertida. Despierten, hermanos, un terrible enemigo está entre nosotros.

El mundo exterior ha entrado hasta la intimidad de nuestros hogares. En la cocina, en las recámaras, hasta en los baños. Acecha con sus peligros en los lugares donde nos sentíamos más seguros. Ahora están disponibles las cosas más peligrosas de las calles, y del globo terráqueo, aquí mismo, en casa, con su innovador servicio a domicilio, milagro de la telecomunicación.

Esta invasión del mundo, nada sería sin la ayuda de los aparatos electrónicos, sus médiums. Sin salir a ninguna parte, gracias a la TV, a la pantalla de una PC o de un teléfono celular con multimedia, toda la miseria de la mundanal grandeza al alcance de las manos de los pequeños, en la comodidad del hogar.

lunes, 2 de junio de 2008

Don Faustino

Don Faustino creía haber conocido de todo, pocas cosas movían ya su asombro. Había triunfado en la gran ciudad capital, donde era ya una reputada autoridad de las letras y los números. Además, contaba con posgrados en teología y antropología. Harto de sus libros, se volvió coleccionista de extravagancias intelectuales y bagatelas filosóficas. Así llegó a las artes ocultas, que comenzó a aprender en su biblioteca donde antes resonaban los versos de Bécquer, San Juan de la Cruz, Garcilaso o Sor Juana, donde recitaba a Baudelaire o a Claudel en un perfecto francés, no faltaba un Rilke en alemán o un Pessoa en portugués, ese templo ecuménico recibía todas las grandes voces.

Su piel hasta palideció, ya no sabía cómo se sentía el calor del sol sobre los poros. Con todo y su erudición, se estaba volviendo como una fiera de hábitos nocturnos, de escondites, de intersticios. Nunca antes se le había visto en esa actitud enfermiza, durante unos minutos se quedó inmóvil frente al espejo repitiendo: son aforismos mis frases más triviales... Lleno, entripado de su nueva y oscura sabiduría, extravió su piedad en el estante de astrología o numerología; y su alma en el de Tarot, quiromancia y otras artes adivinatorias. Pero ya no le importaba, embebido por la miel narcotizante de su gnosis que le hacía sentirse como un dios.

Don Faustino no tuvo una Helena que lo perdiera, pero tampoco una Margarita que lo ayudara. Aunque se cree que no conoció salvación, aquí en el pueblo hay quien dice que al final de sus días, después de un largo sufrir, volvió de su lejano olvido, y que hasta murió cristianamente.

domingo, 1 de junio de 2008

Cada don

Hoy te agradezco, Dios de mi vida, el valor de cada respiración, cada paso, cada segundo de sufrimiento.

Hoy te agradezco que tengo familia, que convivo con mis amigos, que estoy aquí y que estaré allá.

Salva mi familia, salva las familias, salva mis amigos...