domingo, 11 de enero de 2009

Mi ciudad

Fue durante esos años, cuando vivía en la Ciudad de México, cuando reviví. Después de años depresivos, comencé a ver las cosas de otro modo, pude enfrentar mejor los problemas del día a día. La vida universitaria fue de gran ayuda en la transformación que se fue madurando poco a poco en mí, hasta que algo definitivo sucedió en 1999: no había marcha atrás, sólo quedaba vivir y combatir.

Amo intensamente esta ciudad de mi juventud y de mi alumbramiento espiritual, por eso agradezco a Dios que me haya permitido volver aquí en estos días.