martes, 30 de septiembre de 2008

Shannah Tovah!

En un día así comenzó todo para nosotros...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Vida de la montaña...

Viajando por la Sierra Oaxaqueña. Detenerse en San José, admirar debajo de nosotros un vasto mar de nubes que ha inundado de blancura y asombro el increíble paisaje montañoso y descomunal. Convivir riendo como niños entorno a una fogata, gozando el pulso de la vida, pensando como quizá pensaría ya el primer ser humano. Bendiciendo la existencia de los otros, la coincidencia providencial que a los diez nos ha traido hasta aquí. Simplemente, contemplando: las soberbias pinceladas del fuego sobre el lienzo de la noche, la calidez armónica de la naturaleza en los diseños orgánicos e impecables de cada vida... Inevitable la oración, la sabia medicina natural nos ha recordado la gratitud.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

9 - 11

En este mes también resulta inevitable recordar la caída de las torres gemelas de Nueva York. No se borran de nuestra memoria los aviones ni su impacto entre llamas y pánico.

No podía creer lo que estaba viendo en las noticias. Es la única vez en mi vida que recuerdo haberme sentado delante del televisor con la boca abierta. Aquellas imágenes eran la evidencia de que entrábamos en una nueva época. Antiguas certidumbres, viejas seguridades, caían también con esas torres colosales.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Profesión del psicólogo

La profesión del psicólogo es tan peculiar como su 'objeto' de estudio. Sobre todo si se piensa al modo aristotélico como investigación especializada en almas. Algo tiene de locura el intento de escudriñar los misterios de la psique humana, algo de soberbio y titánico, mucho de buzo y malsana curiosidad.

Los psicólogos reales no crecen en las aulas de las universidades, ni se entretienen en vanas teorías inmanentistas, simplemente algo saben de las almas.

Verdaderos psicólogos que he conocido: confesores y sacerdotes exorcistas.

martes, 16 de septiembre de 2008

Mexicanos al grito de guerra

De la alegría al luto nacional, del festejo al velorio: al contrastar tan terriblemente con el ambiente de júbilo, la violencia ha mostrado en Morelia toda su indignante irracionalidad. "Es una declaración de guerra" escuche decir a un hombre de letras. Aprestad entonces el espíritu de paz contra la violencia enemiga.

lunes, 15 de septiembre de 2008

¡Viva México!

En estos tiempos de fast food, moda y cosmopolitismo, para muchos ciudadanos del siglo veintiuno resulta irrisoria cualquier manifestación patriótica sincera. Lo in hoy en día: (mal)escribir nuevas versiones de Alta Traición. Sólo un verso así será digno del refinado gusto del ilustrado metrointelectual posmoderno, tan hambriento de spleen y acedía, tan ávido de sangre para su corazón de titanio o de asfalto (pero no de carne).

Por suerte, mi rudeza tercemundista, está muy lejos de tan alta erudición. Y como el viejo Logos de Heráclito, prefiero la vida y la razón que se halla en lo común. Así pues, como cualquier mexicano común, prefiero un franco, sonoro y popular "Viva México" en el Zócalo, a la más sofisticada exquisitez de Altas Traiciones recitadas pomposamente en Bellas Artes.

Sí, me confieso contagiado de patriotismo. Amo a México. Sí, lo diré cuántas veces sea necesario, amo profundamente a mi país, me emocionan como a un niño los colores de la bandera y la notas de nuestro bélico Himno. También me fascinan esos otros himnos que llenan de júbilo: Cielito Lindo, México en la piel, México lindo y querido, La Negra, Viva México y tantos más.

¿Abstracta la Patria, e inasible? No, la Patria la llevo en el pulso, así de cerca, así de íntima. La vislumbro hasta en los cotidianos y perfectos amaneceres que aquí se dibujan. Tan concreta, tan palpable como el mole, el aguacate, el mezcal o los chiles habaneros. Pletórica, la Patria, tan llena de vitalidad como el bello rostro de una doncella mexicana.

No me cabe duda: mi favorita es la comida mexicana (ejem, junto con la italiana). Me gustan las coloridas tradiciones con sus muy antiguas costumbres, la abundancia de vida y la versatilidad de la flora, las mágicas ciudades con calles por momentos surreales, las hermosas tonalidades de la piel en las mujeres, los paisajes infinitos de nuestra tierra, los modestos pueblos donde se viste sombrero y se viaja en carreta, la estética muy particular de nuestra gente, las bandas musicales, y me gusta hasta la manera en que se ven acá las estrellas y la luna.

¡Viva México!

Viva México

sábado, 13 de septiembre de 2008

El oro de su voz

El oro de su voz
inundaba los aires
mientras las almas
retornaban...

El orden áureo,
la belleza y la armonía,
todo por su quemante
boca de dios...

De lógica perfecta
castillos impecables,
beatífica elocuencia,
canto de vate...

El resplandor
de ese pulcro metal
abría los ojos
alumbraba la vía...

Con nueva vida
y esperanza,
mientras las almas
palpitaban...