Cuánto tiempo lejos, cuántas horas me fui de ti, cuánta amargura y necedad.
Cuántos días sin consuelo que aún pesan: aún cargo las heridas de mi esclavitud.
Sólo el perdón como siempre, lavará las más terribles huellas de nuestro error.
jueves, 15 de mayo de 2008
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