domingo, 28 de febrero de 2010

Gracias a Dios

No puedo dejar de agradecerte, Señor, que me hayas concedido ser padre, amo profundamente a mi familia; vivo eternamente agradecido, todo mi ser, todas las cosas, todo ha sido un don tuyo.

Tuyos desde nuestra concepción, en Ti vivimos: nadie ni nada escapa al dominio absoluto del Creador.