domingo, 21 de marzo de 2010

Don de Dios

Si pudiera escribir y transmitir en un libro o un gran poema, el amor que tengo por Fátima, Pilar y Regina, mis hijas: pero tanto amor rebasa por mucho mi entendimiento, don sin duda de Dios, profundo e inefable. Cómo no ser siervo -y hasta esclavo- de tan magnánimo Señor, que a mí también me ha hecho padre.

Días felices de trabajo arduo

semana de gracia y conversión
días felices de trabajo arduo y paz
confrontación dolorosa y honda
recapitulación vital y obligada
bella imagen de un destino esculpido
ha sido vivificado el bronce nuevo