La tensión propia de un día de elecciones. Se mueven esperanzas, ilusiones, miedos y obsesiones: es uno de esos días decisivos, y aquí nosotros seguimos esperando los resultados oficiales. Mientras, como si fuera un protocolo, cada contendiente anticipadamente festeja su supuesta victoria.
Respecto a la elección del gobernador, difícil votar entre opciones tan poco convincentes. Dios ampare a nuestro querido estado de Oaxaca...
domingo, 4 de julio de 2010
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