lunes, 5 de abril de 2010

¿Qué, por qué?

¿qué es este corazón, qué es este pedazo de piedra, presto a la traición y a la vileza, por un deleznable placer de minutos?

¿pues de qué barro me has hecho hombre?

¿por qué osas amarme Tú, Señor bendito, altísima majestad de los cielos y la tierra, a mí que soy lodo mísero y liviano, mudable y grosero?

¿por qué me llenas de piedad y alegría, por qué con tu caridad me rescatas de la triste condición de esclavitud, cómo pagarte, cómo darte al menos una millónesima parte de lo que de Ti he recibido?

¿qué puedo hacer para agradecerte, si ni a mí mismo realmente me tengo como para regalarme a Ti, qué más puedo ofrecerte si he sido tuyo ya desde siempre?