martes, 27 de abril de 2010

Carta de un alma enamorada (fragmento)

"Cuando llegué a San Pedro presentía pero no sabía realmente qué pasaría. Ignoraba que me llevarías de la mano por esos altos cerros tan amables, no era digna de tu compañía, pero te compadeciste de mi fea y vieja miseria, aún no sé por qué."

"Me consolaste primero con palabras sabias y ordenaste toda mi alma con la ternura de tu mirada."

"Y entonces me hablaste de tu amor mientras yo sólo lloraba de felicidad..."