sábado, 1 de enero de 2011
Año Nuevo
Los cohetes siguen tronando y coloreando el cielo nocturno con sus brevísimos trazos. Y al igual que con los crisantemos de fuego, el duelo de lo que ha terminado se consuela con la alegría de un nuevo comienzo.
Etiquetas:
alegría,
cohetes,
comienzo,
Dos mil once
Suscribirse a:
Entradas (Atom)