domingo, 22 de febrero de 2009

Hilo de esperanza

Todavía hay un dejo de acedía, un mal sabor de boca, tras vencer ese viernes aciago.

Saliendo a flote después de sumergirse en las aguas profundas de un mundo oscuro.

Pensando en la vanidad de la pompa brillante y glamurosa de un mundo en decadencia.

Preparando el viaje hacia un nuevo desierto que aclare el sentido de este exilio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Pero de qué peripecias estará hablando Joaquín, aquí?

Los viajes aclaran, eso sí.