Escalando aún,
vacilo, es fácil caer, pero
el abismo no deja espacio para fallar
más esfuerzo, no queda otra opción,
más esfuerzo por mantenernos vivos...
Escalando aún.
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4 comentarios:
Hablando de esfuerzos, hace poco, intrigado por tus menciones de un tal Cioran, me puse a leer sobre él y sus escritos. A pesar de estar de acuerdo con él en algunas cosas, me desconcierta el dramatismo con que vive la vida, o con el cual quiere aparentar, en sus escritos, que vive la vida; es decir, no veo lo angustiante, terrible, desolador de vivir una vida habitada por el sinsentido, en la que los planes sean inútiles, en la que todo sea incertidumbre. Me desconcierta la gente que tiene una vida más o menos acomodada y le parece la vida puro sufrimiento, puro esfuerzo, puro dramatismo. Me desconciertan porque es como si fueran adictos al dramatismo: lo adoran, lo quieren ver por todas partes y admiran a los mártires.
Con "más o menos acomodada" no me refiero a "que tenga dinero", sino a que no esté en una situación constante de pánico, no sé, como en una guerra, en una psicosis de pánico; o en un estado constante de dolor.
Quisiera decir que estoy pensando en un dramatismo que también tiene momentos de no sufrimiento, pero son momentos exaltados, los cuales son pequeños manchones en un mar de esfuerzo y dificultad. A eso me refiero con "dramatismo". Pues eso me desconcierta. Es decir, es algo que me resulta ajeno. Diría que mi percepción de la vida es la de una gran aventura, llena de cosas por descubrir.
Todo esto me hace pensar que nuestras creencias son una cuestión de personalidad; no sé si todas, pero tal vez sí.
Sin duda la personalidad influye en las creencias.
Sobre el dramatismo en personas con una vida cómoda... me hace pensar si la misma comodidad no será la causa de esa visión tormentosa y drámatica. Con todo, nunca dudé de la amargura de Cioran, no me parece pose, sino una posición melancólica de vida. Recuerda aquello de Aristóteles que las almas filosóficas suelen sufrir de melancolía...
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