miércoles, 18 de febrero de 2009

Marginado

Marginado hasta por quienes tenían que ayudarlo. Como un Montague queriendo ser un Capulet, así sentía entre los suyos... y también entre los otros. Como un migrante incomprendido tanto en su lugar de origen como en su nueva morada. Solo, muy solo. Abandonado por los errores de sus padres, de su tierra, de su nacimiento. Acusado hasta de crímenes que él no cometió. Olvidado hasta por los que tendrían que llevarle la esperanza.

Con todo, tiene que seguir viviendo, y sacar fuerza, gota a gota, de un corazón casi vacío. Y ahí sigue, pues en un pequeño rincón aún guarda alguna mínima esperanza, aun estando solo, muy solo.

1 comentario:

quique ruiz dijo...

Esto se oye triste, aunque consuela pensar que guarda una pequeña esperanza...
Después de releer, me desconcertó la frase "con todo, tiene que seguir viviendo", pues pensaría que lo que lo hace seguir viviendo es la pequeña esperanza y no una obligación o un mandato... Supongo que el "tiene que seguir viviendo" también se puede interpretar como una aceptación de la vida, aunque si se ha aceptado la vida, para qué se quiere la esperanza... Me deja pensando.