martes, 3 de febrero de 2009

Sueño profundo

I.

Con gran emoción, pero con cierto luto, partimos de Tierra Santa rumbo al aeropuerto de Frankfurt. Quería conocer Frankfurt, pero teníamos apenas menos de dos horas: había que esperar dentro del aeropuerto para tomar el avión que nos llevaría a Barcelona. Aunque insistí, la prudencia se impuso. Ya en el segundo avión, volando hacia la tierra de Gaudí, me quedé dormido a los pocos minutos. Un sueño lúcido comienza: ahí sí logro salir del aeropuerto, el clima está nublado y un fabuloso ventarrón llega con violencia inesperada hasta elevarme por los aires rumbo a un sueño nuevo, más profundo, tan vívido que cuesta pensar que no sea realidad: sumergido en el fondo del mar, frente a mí los cardúmenes se agitan y bailan colmando mis ojos con la oceánica maravilla que sólo allí reposa.


II.

Han pasado nueve años y el sueño de los peces volvió a mí. Y pensar que había dudado, por el frío del agua, por cansancio, por simple comodidad. Sin muchas ganas me sumergí en las aguas del oceáno pacífico, en Huatulco. A los pocos metros, entre las rocas, encuentro unos bellos peces que me llevan a seguir buscando más adentro. Al poco tiempo de nadar, frente a mí cardúmenes completos me envuelven con su hermosa danza en el escenario inmejorable de corales y colores de ensueño, todo tan vívido que cuesta pensar que sea realidad.


nebel

5 comentarios:

quique ruiz dijo...

Cuando fui con mi amada a Bahías de Huatulco, mi amada y yo nos encontramos con un cardumen de peces que venía como chapoteando hacia la playa, hacia la orilla, hacia la parte baja. Me emocioné mucho, nos emocionamos mucho. Nadaban entre nosotros. También vimos muchos peces de colores hermosos, una raya y erizos, muchos erizos. Quise tocar uno, lo toqué: sentí una tensión en la punta de mi dedo y luego vi un movimiento minúsculo de la púa.
Me gustó mucho.

JBF mx dijo...

Pensaba que esas cosas sólo se podían ver en la televisión, que se encontraban muy lejos. Y pensar que aquí tan cerca, en Huatulco, es posible visitar ese universo formidable debajo del mar.

La verdad es que sí impresiona.

Saludos, Quique, a ver cuando vienes por estos rumbos.

JBF mx dijo...

Pensaba que esas cosas sólo se podían ver en la televisión, que se encontraban muy lejos. Y pensar que aquí tan cerca, en Huatulco, es posible visitar ese universo formidable debajo del mar.

La verdad es que sí impresiona.

Saludos, Quique, a ver cuando vienes por estos rumbos.

Unknown dijo...

sí, Quique, a ver cuándo vamos.

quique ruiz dijo...

Sí, sí impresiona: a mí me había dado la pálida cuando nos encontrábamos en el faro; de ahí nos fuimos a una de las bahías; en ésa sucedió lo de los peces y ¡bolas, Don Cuco!, se me quitó luego luego. Fíjate, fíjate.
Sí, sí me gustaría hacer una visita por esos rumbos.